El santuario de Nikko Toshogu, un paseo tranquilo en invierno
El santuario de Toshogu fue construido en 1617 en honor al primer sogún Tokugawa, Tokugawa Ieyasu (1543-1616). Tiene un estilo muy diferente a los santuarios de estilo japonés, que suelen ser sobrios. Los pabellones y la pagoda de Toshogu muestran elaboradas tallas y están decorados con vivos colores. El mejor ejemplo es la puerta de Yomeimon, que reabrió al público en el 2017 después de una larga restauración. También cabe destacar la escultura de los «tres monos sabios», que dio lugar a la máxima de «no escuchar el mal, no decir el mal, no ver el mal».
El santuario de Nikko es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y atrae a muchos visitantes todos los años, especialmente durante el verano. Si prefieres evitar las multitudes y hacer una visita tranquila del complejo del templo, el invierno es la mejor época. El contraste entre la nieve y los colores intensos del santuario es particularmente vistoso. Cerca de allí, también puedes admirar las vistas invernales del puente Shinkyo y del lago Chuzenji.
Cómo llegar
Al santuario de Nikko Toshogu se llega fácilmente desde las estaciones de Nikko y de Tobu Nikko. En las dos estaciones se puede coger un autobús lanzadera que hace una parada en el santuario. También se puede ir a pie, 45 minutos desde las estaciones, y aprovechar para ver otros sitios de interés histórico por el camino.
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