Un museo con la historia grabada en piedra
En las afueras de Utsunomiya , la mina de piedras de Oya fue en su momento una fuente importante de riqueza para la zona. Aunque hace mucho que desapareció, partes de la mina se han transformado en el Museo de Historia de Oya, y actualmente puedes explorar este reino subterráneo como nunca.
No te pierdas
- Las misteriosas cavernas de ensueño de la mina
- El templo Oyaji cercano, tallado en un acantilado
Cómo llegar
Se puede llegar en autobús al Museo de Historia de Oya desde la estación de Utsunomiya.
Desde el lado oeste de la estación de Utsunomiya, toma el autobús en la parada seis en dirección a Oya/Tateiwa. El trayecto dura unos 30 minutos. Bájate en la parada de Shiryokaniriguchi. El museo se encuentra a 3 minutos a pie.
Una piedra para la posteridad
Originada a partir de lava y ceniza, la piedra oya ígnea se puede tallar fácilmente, es resistente a la erosión y se ha utilizado en Japón desde el siglo XVII para todo, desde tumbas, adoquines e incluso en el Hotel Imperial de Tokio. Su uso disminuyó drásticamente con la proliferación del cemento.
El Museo de Historia de Oya abrió sus puertas en 1979, dando un nuevo sentido a las canteras. Las últimas minas cerraron en 1986, pero el museo sigue prosperando como uno de los destinos más populares de Utsunomiya.
En un edificio pequeño se pueden ver exposiciones sobre la piedra oya, pero lo que realmente atrae a las visitas es la enorme red subterránea de cavernas con más de 20 000 metros cuadrados de espacio abierto. Las exposiciones de las paredes explican la geología local y la historia y los métodos de extracción de oya.
No es una mina cualquiera
Caminar bajo tierra por espacios tan abiertos es una experiencia singular. Las obras de arte se muestran por toda la mina y muchas de las habitaciones están iluminadas con varios colores, creando un ambiente a veces surrealista.
También se han tallado espacios para eventos en las cavernas, en los que se celebran bodas y conciertos, y se han hecho populares como platós para videoclips, anuncios y películas.
En dos horas podrás ver el museo completo. Bajo tierra, el aire es fresco, incluso en verano, así que no olvides llevar algo de abrigo.
Después de tu aventura subterránea
En Rockside Market, a la salida del museo, hay una cafetería con un helado riquísimo y una tienda de regalos para alegrarte la vuelta a la superficie.
El cercano templo Oyaji se encuentra a 10 minutos a pie del museo y vale la pena visitarlo. El templo, de más de 1200 años de antigüedad, está construido en una sección elevada de piedra oya. Está dedicado a Kannon, la diosa budista de la misericordia. Aquí se pueden ver algunas de las tallas budistas más antiguas y poco comunes de Japón.
Dedica unos momentos a admirar la estatua colosal de Kannon en frente del templo. Se talló como monumento a la paz después de la Segunda Guerra Mundial.
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